En los pasados días se hicieron las vistas oportunas en el juzgado de Los Ángeles sobre la denuncia que Britney Spears efectuó semanas pasadas contra su ex manager Osama Lufti.
Roberta Romero e Itamar Gelbman, peluquera y guardaespaldas de Britney Spears declararon que Osama Lutfi no respetó la orden de restricción que se le impuso el pasado año.
Según declararon, en la noche del 24 de diciembre, Romero recibió llamadas y mensajes de texto de Lutfi pidiendo por favor que le dijeran la verdad a la ex princesa del pop. El ex manager sostenía que la hospitalización de Spears en enero de 2008 fue una conspiración de la familia de la cantante para quedar a cargo de sus bienes.
El testimonio confirma la versión del abogado del padre de la cantante, Jamie Spears, según la cual Lutfi forma parte de un complot con otros dos individuos –el ex-novio Adnan Ghalib y el abogado Jon Eardley– para acabar con la tutela. Jamie dijo que Lutfi había empleado drogas y presionado psicológicamente a su hija para controlarla.
Por el momento no se espera que la princesita del pop declare en las vistas puesto que el 3 de marzo comenzará en Nueva Orleans su gira del álbum “Circus”.
Aunque sinceramente esto se está parenciendo a una película de serie B.
