Brad Pitt y Angelina Jolie asistieron anoche a la entrega de Premios del Sindicato de Directores de América. La gala se celebró en Los Ángeles y algunos de sus asistentes aseguran, según recoge la revista People, que la pareja se mostró feliz y relajada.
El acto tuvo lugar en el elegante hotel Hyatt Regency Century Plaza y Brad tuvo que repartir atenciones entre su novia y Quentin Tarantino, director de su película Inglorious Bastards y que tuvo que conformarse con una placa acreditativa de su nominación ya que el premio fue a parar a la directora Kathryn Bigelow, ex mujer de James Cameron, por el filme The Hurt Locker.
Brad demostró que su relación con Angelina, lejos de los recientes rumores de crisis, sigue siendo sólida y se comportó como un auténtico caballero con su chica. Tuvo gestos como acercarle la silla a la mesa o rodearle la espalda con su brazo, mientras conversaban con parte del equipo de la película de Tarantino en la misma mesa. Pitt hizo todo lo posible por que Angelina se sintiera como una más del grupo y la actriz demostró, además, la gran amistad que la une al genial director. Además, volvió a convertirse en el centro de atención y fueron varios los momentos de la noche en que tuvo que atender a sus admiradores para darles su autógrafo.